martes, 1 de diciembre de 2009

Listo el nido...

Cuando era chiquita, lo que más dibujaba eran casas. Quizás porque a mi mamá -que no es muy buena con el lápiz y el papel- era el único dibujo que le salía bien... y yo intentaba copiarla.
Dibujé cientos. Variadas, distintas, de color, y en blanco y negro.

Las dibujaba siempre con una chimenea humeante, y un camino lleno de flores.. no faltaba un autito en la puerta y la familia tipo: papá, mamá e hijos... y el sol detrás, iluminando el bello paisaje... quizás desde entonces sabía qué era lo que quería para mí, y para mi futuro.

Mucho de eso, hoy se ve cumplido. Sin embargo, ninguna de aquellas casitas plasmadas en el papel se parecen a ésta de ahora. A este nido nuestro que logramos, con M., construir con esfuerzo y mucha constancia. Ésta de mi presente, es mejor que todas aquellas con las que soné en mi pasado. Tiene mucho de nosotros, de lo que somos y de lo que pretendemos ser... de lo que queremos como familia, de lo que soñamos desde hace tanto tiempo.
Hemos abandonado aquella otra que fue testigo de momentos tan intensos. Lejos quedaron algunas tormentas. Lejos, algunos nubarrones que ya ni se ven. Hemos soportado fuertes vendavales. De esos que arrasan con todo, y con todos. Nos hemos sentido muertos espiritualmente, acabados, sobrepasados... y sin embargo, seguimos, de pie. Gracias a la fuerza de mi hombre. Gracias a mi constancia. Gracias al amor que nos tenemos y que cada día, demuestra que es más fuerte de lo que hasta nosotros mismos creíamos.
Vuelvo la vista cinco años atrás, cuando nos mudamos a calle 9, y nos veo tan llenos de proyectos y de sueños... recuerdo la ansiedad que sentiamos por arrancar una nueva etapa. Esa misma etapa que trajo cosas hermosas, y no tan buenas, también.
Hoy, años después, siento que también esta mudanza es el inicio de cosas nuevas. Que sin duda marcará un antes y un después en nuestras vidas. Vuelvo a sentir la ansiedad frente a lo nuevo. Frente a las cosas deseadas que, quizás, estén a punto de cumplirse.
Sé que la vida da y quita. Sé que nada es a veces tan justo como quisiéramos. Sé que hay cosas que nos entristecen el alma y son díficiles de sobrellevar, pero si hay algo que aprendimos es a pelearla. A recuperarse de los golpes con la dignidad de un gladiador. A levantarse pese al dolor que nos quema por dentro. Y sobre todo, a apechugar juntos. Siempre juntos.
Hoy, esta nueva casa, la queremos dibujar con trazos gruesos. De esos que no se desdibujan...
Quizás éste sea el nido perfecto para cobijar nuestro sueño más deseado...
Tal vez, ésto era lo que estaba faltando...
Por si acaso, ya abrimos las puertas para recibirlo...

1 comentario:

  1. hola jime,seguro que todo ese sacrificio de los 2 va a tener el final que esperas ya falta poco como vos decis difruten hoy el nido que pronto se va a llenar no solo de hijos sino de la felicidad que irradian cuando estan juntos.SE MERECEN ESO Y MUCHOMUCHOMUCHO MAS no bajen los brazos que ya llega,ya se escucha.......

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