Tía madrina...

Y si! La vida a veces nos sorprende. No siempre para bien, claro. Pero asi son las reglas. Y en ocasiones, aunque la noticia sea una buena noticia nos sucumbe. Nos paraliza. Nos deja anonadados por un buen rato, en silencio, porque no hay mucho para decir. Casi nada para decir. Tal vez porque no creíamos que tan pronto. O no de esa manera...

Voy a ser tía. Es una gran noticia. Una noticia que, después del impacto, me llena de felicidad. De alegría. Porque la llegada de un bebé siempre es una buena nueva. Y en una familia con deseos de abuelazgos, mucho más.

Asi, dispuestos todos a disfrutar de este pequeño/a que vendrá a agrandar nuestra familia, sólo resta esperar. Nueve meses. Nueve lunas. Y acompañar a la joven mamá en este camino, tan nuevo para ella. Tan de estreno para nosotros.

Voy a ser tía, más que eso, madrina. Y me propongo ser de esas de los cuentos de hadas, que con la varita convierten al ratón en un vigoroso corsel. Y asi, poder darle a ese bebé todo el amor que tengo reservado. Que guardo desde hace tiempo para F. o J. pero que la vida quiere que, por el momento, sea para Sol, y ahora para mi nuevo sobrino, al que espero con los brazos y el corazón abiertos... al que todos esperamos para mediados de julio... para el cual ya estoy juntando besos y miles de caricias... el cual anhelo que me de muchas satisfacciones...

Y si! A veces el destino nos sorprende! Esta vez, para bien. Y por suerte, cuando los hijos que deseamos tardan en llegar, la vida se encarga de darnos sobrinos...
Felicidades A.! Te queremos, y acá estamos...